Compuesta entre 1803 y 1804.
"El genio está compuesto por un 2% de talento y un 98% de constante perseverancia." –L. V. Beethoven.
Información e InscripciónY ahora hemos alcanzado la maravilla incandescente que es la Waldstein. Es una de las obras más expansivas y edificantes de Beethoven, pero su simpatÃa instantánea a veces oscurece el hecho de que es una obra profundamente inquieta e innovadora, estructural y de textura extraordinaria en formas que suenan naturales solo porque la sonata está muy bien ensamblada.
Tome la apertura del primer movimiento. ¿Qué tipo de sonido es este? Es tenso sin ser dramático, ambiguo sin ser vago, motor y sin forma y auditivo sin ningún sentido de armonÃa, aunque es solo un acorde de Do mayor en la posición fundamental, de todas las cosas. También está la inquietud tonal de este trabajo: justo después del acorde de Do mayor obtenemos un dominante secundario, seguido casi de inmediato de un cambio no preparado hacia Si bemol mayor, este es uno de esos momentos que se reproducen como un gesto divertido o como algo más misterioso. El segundo grupo de temas (que tiene un vÃnculo sorprendente con el primer tema en forma de un motivo descendente de 5 notas) está en Mi mayor, en lugar del más normal Sol Mayor | Fa mayor | La menor. Y la recapitulación es sorprendentemente divertida; hay pequeños guiones de material nuevo y el segundo grupo temático entra en la más frÃvola La mayor, otro tono "incorrecto". Hay más, como esta pequeña idea de modulación infinitamente flexible, pero que se destacará a continuación.
El segundo movimiento, una introducción ampliada al rondó, es uno de los movimientos armónicamente engañosos y lentos del foso de Beethoven, y el rondó en sà es un destello de asombro. Está el tema A, flotando sobre una neblina de armonÃas borrosas; un tema B que construye por segunda vez en una enorme perorata orquestal; un motivo de transición, basado en el tema A, alegre, triste y noble al mismo tiempo; y una coda extendida que es tan evolutiva como brillante. El mero hecho de que el último movimiento tenga tanto peso fue bastante novedoso para la época. Beethoven cambió gradualmente el trabajo pesado del primero al último movimiento en sus 32 sonatas.