Compuesta entre 1817 y 1818. Cuatro movimientos.
"El genio está compuesto por un 2% de talento y un 98% de constante perseverancia." –L. V. Beethoven.
Información e InscripciónY aquà está la más grande de todas. El monstruo extraño, titánica, retorcida, alegre y desconsolada que es la Hammerklavier. ¿Por dónde empezar exactamente?
Con el intervalo de un tercero, supongo. Impregna el trabajo en todos los niveles, creando una estrecha coordinación entre el detalle motÃvico-armónico y la estructura tonal. El tema principal de cada movimiento se construye a partir del mismo motivo: una tercera subida y luego bajada. En el movimiento final, la 3ª desafÃa tanto el movimiento del bajo en la introducción, como la forma del tema de la fuga: una 3ª ascendente (10ª), seguida de una figura escalar que se repite, cada vez que desciende una 3ª. Armónicamente, la sección de desarrollo del tercer movimiento se construye sobre una secuencia de terceras, y el trÃo del scherzo oscila entre Si bemol menor y Re bemol Mayor, dos teclas separadas por una 3ra.
En un nivel estructural aún más profundo, el tercero es omnipresente. Es de esperar, en una sonata en si bemol mayor, que la tonalidad dominante de Fa desempeñe un papel importante, pero en más de 40 minutos de música no hay una sola modulación en esa tonalidad. En cambio, Beethoven construye un intrincado sistema de cuatro tonos alrededor de Si bemol, y vuelve a ellas una y otra vez. Tres de ellos, Sol, Re y Fa#, están todos separados de Si bemol por el intervalo de un tercio. La final, la tecla negra de si menor, se produce en cada movimiento y funciona como una antÃtesis de si bemol mayor. La lucha entre estas dos claves enmarca dramáticamente toda la sonata (solo escuche el final del scherzo).
Hay mucho más en Hammerklavier que en el tercero. Tienes innovaciones estructurales: en la recapitulación del 1er movimiento el retorno a la tónica estable se retrasa mucho (por, sÃ, la tonalidad de si menor), y en el 2do el desarrollo es demasiado corto, pero la recapitulación varÃa y decora el tema tan extensamente que se convierte en una especie de desarrollo extendido. Y tienes el puro genio contrapuntÃstico y dramático del último movimiento, donde una gran cantidad de dispositivos contrapuntÃsticos tradicionales se manejan con una brusquedad y una furia que contradice sus asociaciones conservadoras. También vale la pena señalar cuán contrapuntÃstica es la escritura en el primer movimiento, una de las caracterÃsticas más llamativas de la obra tardÃa de Beethoven.